IMSS IMPULSA MODELO PARA COMBATIR SÍNDROME METABÓLICO
– Identificar factores de riesgo desde la infancia, nuevo enfoque con el que se trabaja en el Seguro Social para prevenir enfermedades crónicas degenerativas
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se impulsa un nuevo modelo de prevención de las enfermedades crónicas degenerativas, a través del estudio de niños y adolescentes que presenten factores de riesgo y con ello, diagnosticar oportunamente el síndrome metabólico, principal desencadenante de diabetes y daños al riñón, hígado y corazón.
Para ello se trabaja desde diferentes enfoques como educación, investigación aplicada, prevención y control médico, a fin de identificar de manera oportuna individuos con alto riesgo de desarrollar estas enfermedades, explicó la doctora Sandra Elizondo Argueta, adscrita a la División de Proyectos Especiales en Salud del Seguro Social.
La especialista en medicina internista e intensivista del IMSS destacó la importancia de este modelo, con el que se busca evitar daños irreversibles a los principales órganos.
Precisó que el índice de Masa Corporal (IMC), cantidad de grasa corporal que tiene una persona o la circunferencia de cintura, es uno de los principales indicadores para síndrome metabólico, asociado a la obesidad y el sobrepeso que incrementan el grado de riesgo para los padecimientos crónicos y afectan la piel, ojos, riñón, sistema reproductivo, resistencia a la insulina, alteraciones cognitivas, procesos neuro degenerativos como la demencia y Alzheimer.
Sostuvo que esta matriz de cambio tiene el objetivo de involucrar a los diversos grupos poblacionales del país, derechohabientes de la ciudad, del medio rural y población indígena.
La doctora Elizondo subrayó la importancia de la participación ciudadana, considerada base de la pirámide de atención preventiva, para entender los aspectos determinantes de la salud, medio ambiente, alimentación, estilo de vida, tabaquismo, disfunción hormonal, inflamación, presencia de virus, así como ciclos de descanso y sueño.
Añadió que ese es el primer paso para comprender el entorno en el que se desarrolla la población en riesgo y tomar la mejor decisión para el tratamiento del paciente, que garantice estabilidad general, considerando la salud no solo como curar enfermedad, sino como un estado de bienestar general.